Una tradición que se mantiene, un sentimiento que sigue vivo. Tal como sucede cada 6 de enero, los Reyes Magos recorrieron ayer las calles de Lima y repartieron regalos, así como sonrisas y esperanza entre los capitalinos.
Gaspar, Melchor y Baltazar, personificados por el técnico de segunda PNP Juan Fernández Polo, el brigadier Tomás Díaz Vargas y el técnico de segunda Paulo Villa Jaime, respectivamente, miembros de la Policía Montada, iniciaron temprano su peregrinaje desde el histórico cuartel de El Potao, en el Rímac.
Siempre en medio de la expectativa de los peatones y vecinos, se dirigieron al Paseo de la Aguas, continuaron por la Alameda de los Descalzos, jirón Chiclayo e ingresaron en la plaza de Armas (antigua plaza Juan Bautista Nicolini) del Rímac.
Los Reyes Magos lucían trajes de la época, iban sobre los lomos de tres briosos caballos, estaban acompañados por pajes y eran anunciados por cornetas de la Policía Montada, que tiene su sede en el citado cuartel rimense.
El alcalde distrital, Enrique Peramás, funcionarios municipales y vecinos dieron la bienvenida a Gaspar, Melchor y Baltazar, en medio también de la algarabía de los niños, que recibieron dulces y regalos.
Además, participaron en la ceremonia los coros de la parroquia Los Ángeles de los Descalzos y de niños Los Toribianitos.
Después, los Reyes Magos se dirigieron a la primera cuadra de la avenida Abancay, cuartel del Batallón de Asalto de la Policía Nacional del Perú (PNP), donde rindieron tributo al Niño Jesús, que reposaba en el tradicional Nacimiento.
Paz y sabiduría
Su peregrinaje continuó hasta la plaza Bolívar, frente al Congreso de República, donde su segundo vicepresidente, Yehude Simon Munaro (APGC), pidió paz, serenidad, sabiduría y capacidad de convocatoria para el presente año.
Durante esta recepción a los Reyes Magos que llegaron también para adorar al niño Jesús, se escucharon villancicos y los más pequeños festejaron la alegría de esta representación cristiana.
Tras recorrer el jirón Junín, Gaspar, Melchor y Baltazar arribaron a la plaza de Armas capitalina. Como es tradición, se dirigieron a rendir tributo al Niño Manuelito que yacía en el Nacimiento armado en los balcones de la comuna metropolitana.
En el lugar se escucharon los villancicos, huainos y marineras interpretados por el coro Los Cantores de Juan Macías. Los Reyes Magos le pidieron al recién nacido Hijo de Dios su bendición para seguir por el camino del bien, el amor y la paz.
La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, recibió a Gaspar, Melchor y Baltazar y junto a ellos repartió presentes a los niños con habilidades diferentes, así como de diversos albergues de la Beneficencia de Lima que se encontraban en el Palacio Municipal.
Este recorrido mágico tuvo su etapa final en el regreso de los Reyes Magos al cuartel de El Potao, no sin antes repartir caramelos y almanaques entre los peatones que esperaban un presente de ellos y, tal vez, una bendición.
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