El Ministerio de Cultura ratificó hoy que no avalará el corte a tajo abierto del cerro Mayorazgo para prolongar la avenida Javier Prado, porque dañará el complejo arqueológico de Puruchuco y su condición de patrimonio de la Nación, aunque aclaró que está abierto al diálogo para buscar otras alternativas de menor impacto vial.
Durante una inspección al complejo, ubicado en el distrito de Ate, el viceministro de Patrimonio e Industrias Culturales, Rafael Varón Gabai, sostuvo que no es necesario destruir los monumentos históricos para lograr la modernidad.
“El Ministerio de Cultura no se opone al desarrollo vial de la ciudad, sino todo lo contrario. Pero este progreso debe hacerse en armonía con el respeto por el patrimonio de la Nación”, manifestó.
Tras reafirmar que dicho sector apoya el desarrollo vial de Lima Este, el viceministro dijo que hay apertura al diálogo con las autoridades involucradas para buscar una solución a este tema.
Sin embargo, precisó que esta solución debe considerar la reformulación del proyecto vial, buscando otras alternativas que permitan proteger el patrimonio.
En ese sentido, Varón Gabai consideró que tal como lo han señalado ingenieros consultados sobre el tema, se podría construir un paso a desnivel subterráneo, o buscar una vía alterna distinta a la propuesta que permita llegar hasta la Carretera Central.
Indicó que el ministro Luis Peirano conversó hace unos días con el alcalde de Ate, Oscar Benavides, para abordar este tema, y ello expresa la voluntad de encontrar una solución armoniosa con el respeto al patrimonio cultural de la Nación.
El viceministro afirmó que la propuesta del proyecto vial del tajo abierto, presentada por la municipalidad de Ate, alterará integralmente el complejo monumental de Puruchuco y los futuros hallazgos arqueológicos en los cerros que lo circundan.
Recordó que en la última década se hallaron nuevas evidencias en esa zona, como los fardos funerarios con restos humanos, quipus, ornamentos y otros objetos encontrados en el año 2004, descubrimiento arqueológico que alcanzó resonancia mundial.
Explicó que esos restos corresponden a 500 guerreros incas que participaron en enfrentamientos con los españoles, lo cual revaloró la importancia histórica de Puruchuco para Lima y el Perú.
Varón Gabai señaló que este importante hallazgo reveló que existe evidencia bastante significativa de más vestigios arqueológicos, lo cual no estaba contemplado cuando en el año 2002, el entonces Instituto Nacional de Cultura dio visto bueno al proyecto vial presentado por la comuna de Ate.
“En ese momento habían otras condiciones que en la última década han cambiado, como los hallazgos arqueológicos mencionados. A ello hay que destacar que ha cambiado, en todo el mundo y en el Perú también, el concepto sobre lo que es un monumento arqueológico”, dijo.
Un monumento arqueológico no se circunscribe solo a la edificación existente, sino también su entorno natural, remarcó.
Por esa razón –dijo- se pidió entonces al municipio distrital que absolviera varias observaciones al proyecto, referidas al compromiso asumido por el gobierno local para proteger, conservar, poner en valor y adoptar medidas de mitigación en la zona arqueológica.
“Tras diez años de no haber absuelto las observaciones e insistir en el tajo abierto del cerro Mayorazgo como única alternativa del proyecto, el Ministerio de Cultura decidió anular la resolución dada por el entonces INC”, anotó el funcionario.
El viceministro recordó que el cerro Mayorazgo fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2001 y se encuentra protegido por la Constitución Política del Perú y la Ley General de Patrimonio Cultural, así como los tratados de los que el Perú es signatario.
“El Ministerio de Cultura es el órgano rector para la protección del Patrimonio Cultural de la Nación y debe velar por la integridad de los monumentos de nuestro pasado”, subrayó.
En su recorrido por el cerro Mayorazgo y el complejo arqueológico de Puruchuco, el viceministro estuvo acompañado por el director de Arqueología del sector Cultura, Luis Cáceres, quien informó sobre la importancia de dicho escenario cultural.
Detalló que la zona, conocida como Puruchuco-Huaquerones, fue hogar de los caciques de los últimos curacazgos de Lima prehispánica durante el período Intermedio Tardío (1100-1300 D.C.).
“Se desarrolló como un complejo arquitectónico que permitió el control de los principales recursos económicos de la zona. Era también reconocido por su prestigio administrativo, religioso y de defensa militar”, acotó.
Cáceres sostuvo que Puruchuco-Huaquerones debe considerarse como una zona de reserva arqueológica y científica, dado que contiene aún evidencias significativas del pasado, como los fardos funerarios y los quipus descubiertos en los últimos años”,
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