El presidente no se ha cortado a la hora de presentar esta iniciativa. Una vez pasadas las elecciones, pretende que las empresas en apuros económicos puedan exigir a sus trabajadores aumentar su jornada laboral sin contraprestación alguna; es decir, cobrando lo mismo o incluso rebajando su salario.
El anuncio supondría derogar definitivamente la semana laboral de 35 horas, algo sagrado hasta ahora en el país galo. Este cambio tiene, no obstante, una barrera que protegería a los trabajadores: solo sería válido aplicarlo si el 30% del personal del sindicato lo aprueba y no se opone más del 50%, algo que parece complicado ante el agravio que supondría este tipo de iniciativa para el empleado.
arkozy, no obstante, no solo quiere que la gente trabaje más cobrando menos. Hay otra opción:trabajar menos cobrando menos. Y es que al presidente, con este 'contrato de competitividad', tampoco le importaría que se redujera la jornada con tal de que no aumente el paro, algo así como una imitación de los minijobs alemanes. Parece una paradoja, pero Nicolas quiere a toda costa evitar más desempleo.
El marido de Carla Bruni ha anunciado también la subida del IVA, que pasará del 19,6 % al 21,2 %. El incremento fiscal no será tan solo directo, sino que también habrá impuestos progresivos, como el que pretende gravar las rentas más afortunadas. Por haber, habrá hasta tasa Tobin a la francesa, que cargará un 0,1% de las operaciones bursátiles y que generará unos 1.000 millones de euros a las arcas galas.
En resumen: más trabajo por menos dinero o directamente menos trabajo, así como un aumento del IVA. No sabemos si las señales que vienen de fuera afectarán a Rajoy, quien ha dicho que no tocaría este impuesto directo, pero los empujones que recibe de Europa son cada vez mayores. ¿Cederá?
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