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sábado, 18 de febrero de 2012

CÓRDOBA, EL LEGADO ANDALUSÍ‏

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Mezquita- Catedral de Córdoba.

 

Córdoba, dominada por su majestuosa mezquita, conserva una curiosa tradición, a caballo entre la árabe, judía, romana y cristiana. Sede del Califato Omeya, la ciudad refleja la época de mayor esplendor de la antigua Al-Andalus, y nos transporta a uno de los escenarios más importantes de la historia de España.

Ciudad de mezquitas, sinagogas, baños árabes, tradición judía, y lugar de nacimiento de grandes filósofos como Séneca, Maimónides o Averroes y de literatos como Luís de Góngora... Es una de las ciudades españolas con más historia de nuestro país, ya que paseando por sus calles se comprende el esplendor de la influencia árabe en Occidente en tiempos pasados.
Su casco antiguo, rodeado de calles estrechas y empedradas, nos conduce a una de las mayores obras de la arquitectura árabe: La Mezquita de Córdoba. A imagen y semejanza de la Mezquita de Damasco o la de Jerusalén, esta maravilla de la arquitectura te enamora desde el primer instante que pones un pie en ella.
Sometida a numerosas ampliaciones por los distintos emires del califato, Abderramán I, Alhakén II y Almanzor entre otros, y que le han dado el aspecto que conserva hoy en día, La Mezquita-Catedral de Córdoba, fue reconvertida en catedral en 1238 tras la Reconquista.

¿Te imaginas una mezquita capaz de albergar miles y miles de fieles? Si en su momento se concibió para poco más de 5 mil, pronto su belleza y su importancia hicieron que los emires del califato, invirtieran en la que iba a ser la gran mezquita de Occidente.

Colores blancos y rojizos, que se intercalan en arcos lobulados, suelos de marmol y columnas majestuosas, nos conducen al que probablemente es el lugar con más encanto de ésta: El mihrab. Este lugar donde el Imán se coloca para iniciar la oración con los fieles es una joya en sí misma. Colores dorados, arcos y cúpulas, se mezclan con inscripciones coránicas entre colores verdes, azules, rojizos y dorados y nos dan una idea de la importancia que la mezquita y la ciudad tuvieron para el califato.

Y si dentro los colores juegan en un mosaico de formas, inscripciones antiguas, mármoles de diferentes colores y arcos rojizos, fuera su Patio de los Naranjos, su fuente de las abluciones y su torre del alminar, que llama a la oración, nos trasportan a la época en la que miles de voces recitaban los versos del Corán.
¿Lo mejor? Se puede visitar de noche... Un paseo 'diferente' por el monumento más importante de la ciudad. ¡Disfruta de sus colores y sus formas, de noche e iluminada!
Muy cerca de la Mezquita vemos la 'otra cara de Córdoba', que reside en el Alcázar de los Reyes Cristianos, residencia habitual de los Reyes Católicos durante sus estancias en Córdoba ¿Sabías que fue aquí donde Cristóbal Colón solicitó fondos para sus históricos viajes? esta fortaleza cristiana, rodeada de jardines y fuentes que dibujan diferentes formas, es una de las maravillas de la ciudad.
¿Una de las vistas más espectaculares? las que podrás contemplar desde el Puente Romano, cercano al Alcázar y que culmina en una de las puertas cercanas a la ciudad... ¡Visítalo al atardecer y con templa una fusión de colores rojizos, azules y violetas!
Pero La Mezquita- Catedral de Córdoba, y el Alcázar de los Reyes Cristianos, no es lo único maravilloso de esta ciudad... Las calles que la rodean nos adentran en el Barrio de la Judería, que alberga la única sinagoga de Andalucía y la tercera mejor conservada de toda la época medieval. Fue templo de culto hasta la expulsión judía, y nos introduce en otra de las tradiciones antiguas de la ciudad de las mil culturas.
Además, este mágico barrio, dominado por pequeñas casas, esconde pequeños templos de la gastronomía cordobesa, una gastronomía en la que se mezclan la tradición andalusí, la sefardí y la propia de la provincia.
¿Sabías que la costumbre de comer aceitunas proviene de las costumbre de Al- Andalus? ¿O que durante la Reconquista los Reyes divulgaron el consumo del cerdo? Quizás por eso ahora podamos disfrutar del exquisito flamenquín. Otros platos que no puedes dejar de probar son el rabo de toro estofado, las berenjenas con miel, el salmorejo o el arroz cordobés.
La judería está repleta de pequeñas tabernas y gastrobares, que te introducen en esta peculiar tradición gastronómica, que también te ayuda a comprender un poco más la tradición de la ciudad. La Taberna del Burladero o Pizarro son una buena opción para que degustes sus tapas con un buen fino.
¿Quieres probar uno de sus platos más exquisitos? Las berenjenas con salmorejo es uno de los platos estrella de uno de los mejores restaurantes de Córdoba, 'El Churrasco'. Completaló con jamón ibérico con regañás, un churrasco con salsas de especias, legado de la tradición árabe y el crocante de avellana de postre.
Y si quieres revivir las mil y una noches...Acércate a la Tetería Restaurante Argana, en la que puedes probar los típicos tes de Al-Andalus y sus deliciosos postres árabes, rodeado de un ambiente exótico.
Numerosos vestigios romanos y un paseo por el centro de la ciudad con la Plaza de las Tendillas y la Plaza de la Corredera como telón de fondo, te darán otra visión de una Córdoba más cosmopolita y moderna.
Y Si tienes tiempo, visita Medina Azahara, una ciudad árabe a los pies de Sierra Morena.. Córdoba esconde mucho más... ¡Descúbrelo!

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