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miércoles, 22 de febrero de 2012

TERREMOTO EN LIMA‏


La ciencia y la nueva tecnología permitieron al Instituto
Geofísico del Perú, a través de sus investigadores, determinar los
lugares y la magnitud de los futuros grandes terremotos en ese país.
La sismología advierte que menos del 50% de la energía sísmica
acumulada –en promedio– se habría liberado en diferentes regiones del
territorio vecino, donde lo más grave recién llegará.

Durante el taller denominado “Fortalecimiento para la Capacidad de
Evaluación de la Amenaza Sísmica y Sismo-Volcánica en Bolivia”,
realizado en La Paz, el director de Sismología del Instituto Geofísico
del Perú e investigador científico, Hernando Tavera, expuso el tema
“Escenarios de Futuros Grandes Terremotos en Centro y Sur de Perú”. En
su intervención ofreció un diagnóstico sobre el estado de
vulnerabilidad del vecino país a los fenómenos sísmicos, además de los
avances en materia preventiva.



El encuentro científico fue organizado por el Observatorio San Calixto
con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la
Compañía de Jesús.


El lunes por la madrugada, la región ICA en el Sur de Perú sufrió un
fuerte sismo de 6,2 grados en la escala de Richter que dejó al menos
60 heridos leves y varias casas inhabitables, de acuerdo a datos
oficiales.

Tavera explicó que los terremotos son muy complejos y particulares,
pues existen de varios tipos: superficiales, profundos, otros con
intervalos de liberación de energía más prolongados y los menos
duraderos en tiempo pero no menos destructivos, dependiendo la
magnitud y otras características.


Basado en la amplia historia sísmica del Perú y el conocimiento en
sismología, el experto explicó que existe suficiente información para
afirmar que “sí en el pasado ocurrió un terremoto, en el futuro
volverá a ocurrir en el mismo lugar y con mayor intensidad”.

El Instituto Geofísico del Perú (IGP) empleó técnicas que ofrece el
GPS (sistemas de posicionamiento global) para monitorear terremotos,
se consideraron datos como el nivel de las asperezas (liberación de
energía) que dan origen al terremoto, además de la acumulación de
energía, la ubicación de las zonas de acoplamiento sísmico, que serían
la fuente de futuros terremotos.


Desde el punto de vista probabilístico se emplearon algunas técnicas
de análisis en base a parámetros científicos que ayudan analizar la
distribución de la actividad sísmica en toda la Costa del Perú y
determinar un área crítica en la cual se produce energía roja (que
causa mayor daño). Los resultados obtenidos muestran que se espera que
se produzca un gran terremoto que coincidirá con las características
del gran sismo de 1646 (Lima) ó de 1878 (Arequipa, Tacna y Arica).

“En el caso de Lima se halla probable 8.5 M; en la parte norte, 8.2 M
y; en la norte de Arequipa 7.5 M (…). Todo se está repitiendo, la
dirección y fechas coinciden en los últimos terremotos frente a la
Costa”, señaló.


Con la información recolectada, el IGP aplicó de manera informática un
terremoto hipotético de aproximadamente 8 grados de magnitud para
generar posibles escenarios, aplicando registros de potencia de
liberación de energía, simulación de las curvas roja y azul que
representan los levantamientos y hundimientos de la superficie
terrestre en aproximadamente una superficie de 300 kilómetros de Lima
y sus alrededores, y 200 kilómetros en la zona Sur peruana.

Las técnicas físicas y matemáticas empleadas en el simulacro de
terremoto permitieron también generar frecuencias a detalle del
sismo, de tal forma de obtener datos más realistas sobre las
frecuencias de las asperezas, así como del impacto de un tsunami, que
según el simulacro, provocó olas de hasta ocho metros de altura que
alcanzaron la Costa del Callao en 20 minutos.



“Ustedes saben que en Japón no fue el terremoto el que provocó la
mayor destrucción, fue el tsunami el que ocasionó el mayor desastre”,
dijo.

Mencionó que entre los terremotos de mayor magnitud que marcaron una
secuencia de actividad sísmica en un periodo de tiempo espacial
variable, se encuentran los del Sur y centro de Perú.



Los terremotos y tsunamis son mayores en número; estos peligros son
mayores en número y magnitud en el Cinturón de Fuego del Océano
Pacífico, como los terremotos de Arequipa en el año 2001 (8.2 M);
Pisco en 2007 (8.0M) y Chile en el 2010 (8.8M).


“Se llega a la conclusión de que los terremotos que han ocurrido en el
pasado en la zona central de Lima solo liberaron apenas el 40% de toda
energía que habría generado el terremoto de 1946. En el caso de
Arequipa (2001) sólo liberó poco más del 50% del puntaje que debería
liberarse y en el Norte del Perú solo 4 a 5% de toda la energía de
1865”, mencionó.


El escenario para el Sur del Perú incluye terremotos similares a los
de Chile, entre 8.5 a 8.8 grados de magnitud; mientras que en Lima
también se prevé grandes terremotos que oscilen en 8.5 M.

Del análisis de la información obtenida también se logró determinar
que las zonas de máximo acumulamiento de energía, donde se produciría
en el futuro terremotos de gran envergadura (8.0 M ó más) estarían
situadas frente a la Costa de Lima, al Sur de Arequipa y parte Baja de
Chile.

Paralelamente se generó otro posible escenario donde se muestra al Sur
de Perú y norte de Chile como las zonas de máximo afloramiento de
energía. “En todo caso hay dos áreas: Lima y Norte de Chile
involucradas como zonas de gran acumulación de energía sísmica”, dijo.

Vaticinó que un terremoto en Lima ocasionaría gran destrucción,
colapso del sistema eléctrico y sanitario, hambre, enfermedades y un
caos generalizado.


El sismólogo peruano dijo que si bien la ciencia avanzó al punto de
determinar en qué zonas y de qué magnitud serán los próximos
terremotos, lo que no se logró aun es definir con precisión cuándo
volverán a suceder, por lo que es imposible frenar estos fenómenos
naturales.

“¿Quién escogió por ejemplo construir la ciudad de Lima frente a la
Costa donde había tantos terremotos?, ¿quién escogió poner poblaciones
jóvenes en zonas de alto peligro?, ¿quién verifica los suelos, la
calidad de viviendas, la antigüedad de las viviendas?”, cuestionó a
tiempo de afirmar que son los mismos ciudadanos los que construyen su
propio riesgo.


Afirmó en ese marco que ninguna ciudad está preparada para enfrentar
un terremoto, y que la única forma de saber sí Lima está preparada
para un sismo es que suceda primero el desastre. De ejemplo dijo que
en Lima una casona antigua en forma de buque –que está a punto de
caerse- declarada Patrimonio Cultural alberga a 700 personas
hacinadas.

En Perú se constituyó la Red Sísmica Satelital para Alerta Temprana de
Tsunamis, un sistema integrado por siete estaciones sísmicas, cinco
acelerómetros y GPS, que realiza el registro, análisis y procesamiento
automático, previos
a la emisión del reporte sísmico para la alerta
temprana de tsunami.

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