Aunque parezca mentira hay algunos peruanos que menosprecian a sus Fuerzas Armadas. Es cierto que hubo y hay algunos de sus miembros que merecen ser castigados con todo el peso de la ley por sus malas acciones u omisiones, pero no se puede generalizar porque hacerlo es una mezquindad hacia quienes son honestos y sobre todo contra los que han dado su vida, y otros la darán luego sin pensarlo dos veces, o han quedado discapacitados por la defensa del Perú.
Al respecto, particular interés ha puesto el actual gobierno en el personal de tropa, aquellos jóvenes que voluntariamente deciden servir a su patria.
A ellos se les ha duplicado su "propina", término coloquial como se llama a la pequeña remuneración que reciben. También se han creado escuelas técnicas para que al dejar su noble entrega puedan tener un oficio con el cual reiniciar su vida civil nuevamente.
Asimismo el reciente Programa Nacional "Beca 18" está ahora al alcance de aquellos soldados que destaquen en sus estudios y aprueben los exámenes de ingreso a este sistema universitario gratuito y completo, entre otras merecidas mejoras.
Justamente de estos jóvenes soldados trata el siguiente reportaje, sobre su actuación y moral combativa en el conflicto del “Cenepa” con el Ecuador en 1995.
Si ve algún joven por su barrio delinquiendo, vagando o drogándose, recuerde que hay otros, todos muy pobres, que utilizan su tiempo y dan sus vidas por la tranquilidad y seguridad de todos los peruanos.
Las escenas que recordaremos son muy similares a las del “VRAE”, esa zona donde los delincuentes narcotraficantes de los hermanos Quispe Palomino y su banda de maleantes, esperan escondidos detrás de los árboles para asesinar con alevosía, premeditación y ventaja a muchachos valientes y patriotas como los que verán en este video:
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