Comite Anticorrupcion de Carabayllo

martes, 27 de septiembre de 2011

EL PENSAMIENTO IDEOPOLITICO DE VALENTIN PANIAGUA

Víctor Medina Calderón*
El mejor reconocimiento en el día de su cumpleaños a Valentín Paniagua  Corazao es el de seguir su ejemplo.
Han pasado ya once años desde que un ciudadano peruano decente e íntegro tomara las riendas de un país devastado por la corrupción y el saqueo. Esa persona fue Valentín Paniagua, el político acciopopulista, quien en una visión inteligente de apertura al diálogo  logró consolidarse como un abanderado de la democracia.
Por encima de mezquindades y cualquier otro interés que no fuera el de servir a la Patria, el ex presidente Paniagua fue, durante el ejercicio de su vida pública y de la actividad política y, luego hasta su muerte, una reserva moral y honesta y un auténtico guía cuyo verdadero valor es apreciado ahora que ya no existe. Fue un defensor auténtico de la democracia, un ciudadano comprometido y honesto  repetimos, virtudes poco frecuentes en nuestro país y en peruanos que como él y el “ paradigma del estadista” como llamaba a Fernando Belaúnde Terry, tuvieron  tantas y tan importantes responsabilidades.
El pensamiento ideopolítico y social de Paniagua puede analizarse desde que asumió importantes cargos congresales, ministeriales y presidenciales y la dirigencia política acciopopulista, cuando señalaba que debemos recordar que un partido para tener éxito en la política actual, necesita tener una ideología y una sólida organización. Tenemos doctrina y podemos perfeccionarla, enriquecerla, modernizarla; pero nuestro Partido necesita con urgencia una organización sólida y a nivel nacional.
A la ciudadanía le interesa que los partidos políticos tengan una organización que permita brindar al gobierno estabilidad y seguridad en la conducción del país para resolver sus problemas.
Somos un país pobre, pero, además, un país donde la riqueza está desigualmente distribuída y hay que acabar con eso y no sólo con buenas intenciones.
Una segunda comprobación fundamental es que se debe tener lucidez en el conocimiento de los grandes retos que debe enfrentar el Perú frente a su futuro.
Un primer reto, es el que plantea la globalización con el propósito de poder insertarnos en ella y de la que no podemos desligarnos.
En el plano político, se debe tener un Estado y una democracia gobernables; ahí donde no hay gobernabilidad, donde el Estado, la sociedad, las organizaciones civiles y los partidos políticos no se entienden , no tienen metas comunes, no luchan ni abogan por las mismas causas , no se esfuerzan por trabajar en conjunto, con entusiasmo y con fe por la transformación de la sociedad, ahí no hay , no puede haber gobernabilidad,
La primera responsabilidad o reto que nos plantea el mundo de la inteligencia , la ciencia y la tecnología , es qué duda cabe, la gobernabilidad.
Un segundo reto que plantea la globalización en el plano social es la equidad.
El Perú no es ni  mucho menos la excepción en América Latina; no es uno de los países más pobres del mundo pero si uno de los más desiguales. Uno de los retos de la globalización, es la equidad; hay que buscar más justicia en la distribución de los bienes y servicios.
Un tercer reto en el plano económico, es el logro de una mayor competitividad y eficiencia.
Podemos ser pobres, pero siempre podemos utilizar los recursos disponibles con eficiencia. Nuestras madres, nuestras mujeres , las mujeres sacrificadas del Perú, saben lo que significa productividad , lo que significa eficiencia o uso eficiente de los recursos cuando hacen milagros para alimentar a sus hijos en medio de la ´pobreza. Si eso hiciéramos todos los peruanos, tanto los del sector público como los del sector privado, si utilizáramos las cosas con mayor sentido de responsabilidad y si cumpliéramos con más eficiencia, rapidez y dinamismo nuestras responsabilidades , lo poco que tenemos lo multiplicaríamos . Ese sentido de responsabilidad colectiva, tenemos que transmitirla al pueblo, a los jóvenes , a los niños , a los hombres maduros que también tienen  muchísimo que aprender aún en este mundo que cambia y ha cambiado tan rápidamente.
En cuarto lugar, la globalización que despersonaliza a los pueblos , que universaliza a través de las comunicaciones , los estilos de vida, el pensamiento y la manera de observar las cosas, exige a los pueblos afirmar su identidad.
Para Acción Popular, la identidad nacional es fundamental . Nosotros descubrimos el valor del mestizaje , como fuerza nacional, como dinámica básica para transformar el Perú como inspiración gloriosa para conducir al país en medio de la libertad, el bienestar y la justicia.
El crecimiento económico de un país no depende sólo de una buena relación comercial o negociación o apertura o privatización, depende fundamentalmente de la calidad de los productos, de la innovación tecnológica; es decir, que se fabriquen los productos para presentarlos mejor, con mayor y mejor calidad, con mayor productividad laboral , más eficiente y con menor costo, por lo tanto con mayor utilidad para el inversionista.
De otro lado, el modelo plantea la necesidad de invertir más en educación y capacitación del capital humano . Privilegia más la tecnología , la productividad. Ello conlleva a la cultura. Esforcémonos por elevar prontamente nuestros niveles educativos y culturales. Tan importante es la innovación como el capital humano y social, es decir, LA CAPITALIZACION SOCIAL. Ello supone, además, que los seres humanos confíen entre sí. (Modelo de Competitividad y Capitalización Social – ver “Hacia una Sociedad Competitiva y Justa” Víctor Medina Calderón)
Quien quiere cambiar,  necesita tener fe en el cambio, ser optimista. Un pueblo que no tiene fe en su porvenir, que mira con fe y esperanza sus posibilidades , que no tiene optimismo jamás va a progresar. El Perú, tiene que abandonar esa actitud derrotista tradicional de que aquí también ocurren cosas buenas y extraordinarias; hay que saber valorizarlas.   
Finalmente, bien podría decirse que Valentín Paniagua no sólo comparte con el presidente Belaúnde Terry el honorífico reconocimiento de haber sido un estadista cabal. También fue un peruano de bien, un hombre honesto –como la mayoría de los acciopopulistas de ayer de hoy y de mañana – que, hasta los últimos instantes de su vida, trabajó arduamente por la concertación.
 El corr. Javier Diaz Orihuela, ex Secretario General Nacional de Acción Popular,  en su obra “Paniagua Héroe de la Democracia” ,  señala:
   “ Valentín Paniagua, en su etapa de madurez  política, al parecer, no era el tipo de persona que para satisfacer su ego o la fuerza motivadora de su accionar en un proceso electoral, sacrificara sus principios para alcanzar un cargo público, aunque fuera el más importante : la Presidencia de la República. Primero, por prevalecer en él profundos valores éticos y morales; segundo, por la eficiencia demostrada al  conducir el tránsito de un proceso autocrático a otro democrático y transparente; tercero, por rescatar el prestigio del Perú mellado ante la comunidad internacional debido a escándalos de toda índole perpetrados por la autocracia; y, cuarto, por la reputación alcanzada dentro y fuera del país por sus calidades de estadista , intelectual y gran demócrata , sus calidades de estadista, intelectual y gran demócrata. Virtudes que lo hicieron merecedor de incontables distinciones académicas , gubernamentales e institucionales y que lo llevaron a desempeñar importantes misiones internacionales”.
El Presidente Paniagua, con motivo de la reunión de los Partidos Políticos del Acuerdo Nacional, señaló: “Se trata, pues, de emprender un serio esfuerzo de reforma de la politica, de la democracia, del Estado, del régimen representativo y de la participación popular. Esa proeza exige, entre otras cosas, un cambio radical en el estilo de la política y en la conducta de los actores político y, dentro de éstos , de modo especial de los partidos. Corresponde, pues, a éstos inspirar y desencadenar el proceso de cambio. Tal responsabilidad deriva precisamente de su cuádruple responsabilidad que es:
1)    Representación del pueblo en el ejercicio del poder;
2)    Intermediar entre entre el pueblo y el Estado
3)    Organizar al pueblo para garantizar una dinámica social puesta al servicio del interés general.
Como consecuencia de todas éstas acciones se espera:
1)    Elevar y transformar cualitativamente la política;
2)    Hacer de la democracia un instrumento eficaz de creación ciudadanía reales;
3)    Garantizar la eficacia del Estado en el cumplimiento de sus funciones;
4)    Religitimar, reconciliar y por fin, institucionalizar la representación popular a través de partidos políticos seria y formalmente organizados.

* “ Filosofía y Praxis Política para el Relanzamiento y Modernización del Partido Acción Popular” en prensa.                                           

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