En un comunicado publicado en diversos medios de comunicación del “País Azteca”, se ha resaltado el nuevo estilo de vida adquirido por algunas de las personalidades de las artes en esta bella nación centroamericana.
Editado por Germán Garavito Rodríguez
De hecho, algunos que han seguido de cerca el asunto, hacen referencia al momento en el cual Yuri hizo pública su conversión; un suceso histórico que hizo posible que el recibir a Jesucristo, como Señor y Salvador, dejara de ser algo sorprendente y utópico entre celebridades, no sólo en México sino en otras naciones del orbe.
Yuri, a pesar de haber sido señalada y criticada al principio de su conversión, no dudó en compartir con el mundo su amor a Cristo y lo que Él hizo por ella, al punto de manifestar de seguido, que fue su nueva fe la única manera como pudo recobrar la paz, que la fama nunca le pudo dar.
Varios años después, muchos son los actores y cantantes se han sumado a ella, asegurando que logran una relación directa con Dios. Entre los nombres de mayor reconocimiento en la escena se encuentran Kalimba, María del Sol, Fermín IV (ex Control Machete), Eduardo Verástegui, Rodrigo Abed y María Sorté.
Al respecto de este nueva tendencia espiritual, Marcos Witt, gran referente de la movida evangélica y ganador de cuatro Premios GRAMMY en el campo de la música cristiana comenta que, en ocasiones, cuando participa en diferentes escenarios, algunos famosos se han acercado a él para pedirle oración y orientación para diferentes circunstancias de sus vidas, manifestando además que son muchos los que están buscando ese norte espiritual.
“Han venido a contarme sus luchas, sus necesidades. Me parece interesante que me ubican como alguien centrado espiritualmente, ellos necesitan hablarme y pedir mis oraciones, yo con mucho gusto lo hago”, señaló en sus declaraciones el reconocido cantautor méxico-americano.
Por otro lado, Kalimba, uno de los cantantes más importantes de la música juvenil contemporánea, comparte la fe cristiana desde hace más de nueve años, sin embargo, es hasta hace apenas uno que este talentoso artista decidió vivir conforme a la palabra de Dios, sometiéndose a ella desde entonces.
“Yo baso mi éxito única y exclusivamente en Dios. Absolutamente todo lo que tengo es gracias a Él y si tengo la oportunidad de regresarlo, lo hago… Me he entregado a Dios y eso ha cambiado mucho mi vida, que es serena e inteligente. Me ha guiado para saber cómo amar a todos, y darme un corazón limpio de pensamiento y con mis acciones…”, comentó el cantante, asegurando además que el cristianismo no es una religión, sino una relación con Cristo que le permite conocer a Dios.
Otra de las celebridades que ahora sirven al interior de la fe es María Sorté, quien un día recibió una llamada de su amigo Alejandro Olvera, quien pidió visitar a su madre para orar por ella porque en ese entonces estaba muy enferma, en su lecho de muerte.
“Yo acepté a Dios en mi corazón cuando mi mamá se murió, hace 25 años, luego lo recibí conscientemente hace como 8 años, que fue cuando me cayó ‘el 20’ de que no estaba haciendo las cosas como a Él le gustaban, sino que hacía lo que a mí me gustaba”, relata la prestigiosa actriz, que en la actualidad acude a la congregación Casa Sobre la Roca en la Ciudad de México.
Entre otras cosas, María Sorté agrega lo lamentable que es cuando se escucha hablar de cómo una determinada persona es cristiana, y el resto de la gente se espante, cuando lo que deberían ver es su amor por Cristo.
“Yo tengo plena confianza en Dios, que en los momentos más difíciles para mí siempre ha estado conmigo”.
Uno de los casos más sonados en México es el de María del Sol, considerada una de las mejores voces de este país centroamericano. Según sus propias palabras aparentemente, ella lo tenía todo: Fama, dinero y una hija; sin embargo, como suele suceder en muchos casos, ella no tenía paz en su corazón, entonces alguien le dijo que Cristo daba paz y lo buscó.
“Yo no tuve que pasar por drogas ni alcohol ni fraudes ni nada. Yo vivía una vida como generalmente la tiene toda la gente, con problemas, pero nada verdaderamente impactante… Tenía dinero, fama, mi hija, una familia, vivía cómodamente… Me di cuenta que todo eso no me daba paz y no lo disfrutaba, entonces me dijeron que Jesús daba paz y dije: ¿Será?’ y lo busqué hace 13 años” .
María del Sol, quien se congrega en la iglesia Semilla de Mostaza, cuyo pastor es Fermín IV, ex Control Machete, pensó que ya conocía a Dios, pero no fue así; paulatinamente descubrió -- Leyendo la Biblia -- que las cosas no eran como ella creía.
“Yo creía en Dios como si fuera mi genio de la lámpara maravillosa, era un constante pedirle. Cuando a mí me hablaban que tenía que ponerme a cuentas con Dios decía: Por qué, si no le he hecho daño a nadie, ni que hubiera yo asaltado o matado… Pero en mi caso, mi vida no estaba con mucha luz, si bien no era alcohólica, tenía problemas de carácter, de orgullo terrible, de celos, eso me distanciaba del amor de Dios”.
Otro de los casos interesantes es el del actor Rodrigo Abed, quien por años quiso descubrir qué misión tenía en la vida, por lo que buscó en el budismo, la metafísica y hasta en la santería, sin encontrar respuestas a sus necesidades.
Pero hace 5 años se encontraba filmando la película Cicatrices, del director cristiano Paco del Toro, hermano del reconcido Guillermo del Toro, quien, a pesar de que tuvo diferencias con el actor, le compartió el mensaje de la Palabra de Dios.
“A pesar de que tuve muchos problemas con él, al final de la filmación me regaló una Biblia. En ese entonces estaba medio perdido, mi carrera de actor no era lo que yo quería, las relaciones que había tenido con mujeres no habían sido prósperas. Al final todas terminaban mal. De pronto tuve la necesidad de pedirle a Dios con toda mi fe que me enseñara el valor de las cosas y empecé a estudiar la Biblia”.
En el proceso, Rodrigo Abed vivió momentos difíciles en los que no tenía ni qué comer, después de haber gozado las bondades de la abundancia.
“Yo pacté con Dios a los 17 años que me diera el don de actuar, a cambio le ofrecí escribir cosas de Él, entonces me prosperó y me dediqué a ‘pachanguear’, cuando llegó la película (Cicatrices) yo con mis ínfulas de gran actor, sabelotodo, menospreciaba la cinta, pero gracias a esa película hoy mi vida es lo que es porque volví a los pies de Jesús… Dios me reclamó el pacto, entonces me pasó como a Job, empecé a perder todo, me quitó primero mi carrera, tuve problemas con los directivos de Televisión Azteca; perdí mi casa, mi coche, ya no tenía dinero ni para comer, pero Dios siempre me ponía a alguien que me invitara algo, pues él provee”.
Lo interesante, independientemente de la celebridad de quien se hable, es que Dios está levantando una generación que testifica que la fama, el dinero y los placeres no llenan todos los vacíos y que a pesar de haber tenido el reconocimiento en otras esferas sociales, en la actualidad, no se avergüenzan de hablar de lo que puede hacer un Dios vivo.
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