Corrupción, Política, Libros
Grande la expectativa levantada por el libro Historia
de la Corrupción
en el Perú, de Alfonso Quiroz (1956-2013). La temprana muerte del
autor pesa al respecto, pero más su autoridad académica, así como la actualidad
de la Corrupción
en el devenir social y político del Perú. La lucha política pareciera estar en
un hilo, el tema que divide las aguas es la Corrupción y cómo la
asumimos. Este libro lo devoramos recorriendo una parte de nuestra patria,
preguntándonos como sería si no hubiera Corrupción. Como pasa cuando hay acervo
lector, este libro evocó otros, revisados para mención en esta Crónica. Toda
estructura cognitiva se basa en libres asociaciones, y espero que mis lectores
añadan las suyas y tengan el tema en el candelero. La Historia de la Corrupción en el Perú
nos da una estructura útil para articular datos dispersos sobre este tema tan
sensible, actual y permanente. Es un Libro que Debe Leerse, pese a que no posee
ningún refugio conceptual – emocional que permita por momentos autoengañarse y
pensar que la cosa es más fácil. No lo es, y por eso combate la ingenuidad
voluntaria, esa que linda con la estupidez autoasumida; tanto como la
ingenuidad involuntaria e ignorante. Como saben bien nuestros más renombrados
Corruptos, el lenguaje sirve también para ocultar. La peruanísima estrategia de
la “finta” esconde la realidad con descaro, y vemos personajes sin irrigación
sanguínea en el rostro que navegan entre dos aguas, que se hacen simpáticos a
corruptos y antis, pues hay eventuales empleadores en los dos (o más) lados en
disputa. Por otra parte, aunque hay muchas definiciones de Corrupción, discutir
mucho puede ser una finta en la que Quiroz no cae, definiendo su objeto
de modo un tanto laxo – en verdad todos sabemos de qué está hablando. Se
sostiene así en una enumeración extensiva: La corrupción (es) un fenómeno
amplio y variado (…) No se trata tan solo del tosco saqueo de los fondos
públicos (…) La corruptela comprende el ofrecimiento y la recepción de
sobornos, la malversación y mala asignación de fondos y gastos públicos … .
No se enreda así en teorizaciones, parece presumir que sus lectores saben o
deberían saber, y más bien deja el asunto ahí para que no se pierda nada de lo
histórico, cuyas fuentes pueden contrastarse, y que hablan por sí mismas.
Así la definición de Corrupción se va construyendo conforme avanza el
Libro, y salvado lo esencial: Corrupción es lo que ha pasado y pasa en el Perú.
(PARÉNTESIS:
En este punto me pregunto si lo peor es no-leer o no-saber-leer, pues todos
arrancamos en la vida sin saber leer. Lo terrible de leer sesgado es la causa:
Incapacidad conceptual, abulia cognitiva, pasmo y minusvalía ético-moral. La Corrupción juega con
estas y más variables, pues no es “contingente” sino “instalada”. Nos dicen que
la Corrupción
es espontánea e inevitable, y nos lo creemos en lo conceptual, lo cognitivo y
lo ético-moral, por eso no se combate la Corrupción con eficiencia. En el fondo de la
decisión de millones de peruanos que emigran - Quiroz era uno de esos –
está la necesidad de conservar la claridad conceptual y mental y la solvencia
ético-moral, porque emigrar te aísla de las argollas locales. ¿Quieres verlas?
Ve quienes enredan el tema de la
Corrupción, y tratan de limitarlo para que parezca otra cosa
de lo que es. Una pena que Quiroz sea sólo historiador, y no conceptúe
más la Corrupción. El
enfoque mejora ampliamente con los conceptos de Psicología Social que, entre
otros, Dwight Ordóñez y Lorenzo Sousa usan en El Capital
Ausente, obra en la que participó el que estas líneas escribe.)
El temprano fallecimiento de Alfonso Quiroz
es penoso recordatorio de que nada es eterno. Publicar a la póstuma algo como La Historia de la Corrupción en el Perú
libera al autor de las arteras y cobardes reacciones de silencio – los trabajos
de Quiroz se conocen poco en el medio – y de ataque directo, indirecto y
de costado que de seguro sufriría de estar vivo y al alcance de las Argollas
locales. Su lejanía geográfica y académica le protegía; el pan, educación y
futuro de sus hijos no dependía de ninguna Universidad, ONG o Institución
estatal o privada, donde se le hubiera hecho objeto de bullying directo
e indirecto, y eventualmente echado a la calle. Quiroz era mucho lote,
pero tal como demuestra la experiencia de Vargas Llosa y otros egregios
(egregio = fuera de la grey, y grey = rebaño), nadie
es Profeta en su tierra. Los trolls, chuponeadores, plumíferos
contratados, emborronadores de papel y demás buitres mediáticos que por
centavos se especializan en atacar y destrozar egregios, no lo hacen por el
mínimo daño que hacen, sino para aviso y escarmiento de los no-egregios que
están acá, que podrían creérsela. Se ataca a los egregios para hacerle saber a la Indiada que sí está
sometida a las Argollas, si a los Grandes no les perdonan, menos a ti, insípido
y bobo Calixto Garmendia. A ti sí que te harán bullying,
te botarán de tu puesto, te bajarán el sueldo, te bloquearán las chambas y te
harán conocer el sabor del desempleo, del cómo se suplica y se ruega. Ser
eficiente y tener razón en el Perú se castiga. Profetizar en casa no
conviene, si lo haces eres muy valiente o muy imbécil o tu menú del día no
depende de un sueldo. Esta guerra no se libra como quieren los Ingenuotes, es
hora que nos enteremos para no caer en los errores de los dichos ingenuotes.
Esta lucha es de largo aliento, las estructuras de la Corrupción juegan con
el Tiempo, como saben expresidentes, alcaldes, parlamentarios y demás
funcionarios que integran Argollas eficientes. Los asuntos turbios no tienen
tanta importancia, cuando se sepan estarás cómodamente muerto, o la cosa habrá
prescrito, en especial si controlas jueces y policías. Lo importante es que se
mantenga la famiglia, como bien saben los hijos de un expresidente. Y al
que le caiga el guante, que se lo chante.
(PARÉNTESIS:
En este punto me pregunto si lo peor es no-leer o no-saber-leer, pues todos
arrancamos en la vida sin saber leer. Lo terrible de leer sesgado es la causa:
Incapacidad conceptual, abulia cognitiva, pasmo y minusvalía ético-moral. La Corrupción juega con
estas y más variables, pues no es “contingente” sino “instalada”. Nos dicen que
la Corrupción
es espontánea e inevitable, y nos lo creemos en lo conceptual, lo cognitivo y
lo ético-moral, por eso no se combate la Corrupción con eficiencia. En el fondo de la
decisión de millones de peruanos que emigran - Quiroz era uno de esos –
está la necesidad de conservar la claridad conceptual y mental y la solvencia
ético-moral, porque emigrar te aísla de las argollas locales. ¿Quieres verlas?
Ve quienes enredan el tema de la
Corrupción, y tratan de limitarlo para que parezca otra cosa
de lo que es. Una pena que Quiroz sea sólo historiador, y no conceptúe
más la Corrupción. El
enfoque mejora ampliamente con los conceptos de Psicología Social que, entre
otros, Dwight Ordóñez y Lorenzo Sousa usan en El Capital
Ausente, obra en la que participó el que estas líneas escribe.)
El temprano fallecimiento de Alfonso Quiroz
es penoso recordatorio de que nada es eterno. Publicar a la póstuma algo como La Historia de la Corrupción en el Perú
libera al autor de las arteras y cobardes reacciones de silencio – los trabajos
de Quiroz se conocen poco en el medio – y de ataque directo, indirecto y
de costado que de seguro sufriría de estar vivo y al alcance de las Argollas
locales. Su lejanía geográfica y académica le protegía; el pan, educación y
futuro de sus hijos no dependía de ninguna Universidad, ONG o Institución
estatal o privada, donde se le hubiera hecho objeto de bullying directo
e indirecto, y eventualmente echado a la calle. Quiroz era mucho lote,
pero tal como demuestra la experiencia de Vargas Llosa y otros egregios
(egregio = fuera de la grey, y grey = rebaño), nadie
es Profeta en su tierra. Los trolls, chuponeadores, plumíferos
contratados, emborronadores de papel y demás buitres mediáticos que por
centavos se especializan en atacar y destrozar egregios, no lo hacen por el
mínimo daño que hacen, sino para aviso y escarmiento de los no-egregios que
están acá, que podrían creérsela. Se ataca a los egregios para hacerle saber a la Indiada que sí está
sometida a las Argollas, si a los Grandes no les perdonan, menos a ti, insípido
y bobo Calixto Garmendia. A ti sí que te harán bullying,
te botarán de tu puesto, te bajarán el sueldo, te bloquearán las chambas y te
harán conocer el sabor del desempleo, del cómo se suplica y se ruega. Ser
eficiente y tener razón en el Perú se castiga. Profetizar en casa no
conviene, si lo haces eres muy valiente o muy imbécil o tu menú del día no
depende de un sueldo. Esta guerra no se libra como quieren los Ingenuotes, es
hora que nos enteremos para no caer en los errores de los dichos ingenuotes.
Esta lucha es de largo aliento, las estructuras de la Corrupción juegan con
el Tiempo, como saben expresidentes, alcaldes, parlamentarios y demás
funcionarios que integran Argollas eficientes. Los asuntos turbios no tienen
tanta importancia, cuando se sepan estarás cómodamente muerto, o la cosa habrá
prescrito, en especial si controlas jueces y policías. Lo importante es que se
mantenga la famiglia, como bien saben los hijos de un expresidente. Y al
que le caiga el guante, que se lo chante.
II Corrupción y Virreinato del Perú:
Empieza el abuso del Perú
desde aquellos que debieran corregirlos.
La Historia de la Corrupción en el Perú tiene la
suprema virtud de mostrarnos el proceso histórico “al revés” de como
acostumbramos, vale decir, desde una perspectiva inversa en la construcción de
escalas de valores deseables. Nos han vendido de siempre un país de opereta,
construido sobre valores que nunca existieron, y que es hora de enterrar y
sustituir para tener un país real basado en el valor de la verdad. (Cuando digo
Valor de la Verdad
no me refiero a esa patética parodia televisiva al servicio de los Poderes
Corruptores de Turno). Hay que basar la Política en la Realidad, estamos hasta
la corona de los cuentazos de la Derecha Bruta y Achorada que siempre gobernó y
quiere seguir. Los modelos de la
Corrupción actual fueron construidos durante la Conquista y el
Virreinato para que unos pocos exploten a muchos. La Corrupción no puede
separarse de sus paradigmas de Dominación, Concentración y Exclusión, ni dejar
de basarse en un manejo artero y falaz de los Discursos, para lo cual requiere
del control del aparato educativo y de comunicaciones. Ello se distingue en la
fuente principal – no única - que Alfonso Quiroz emplea para explicar el
aparato de la corrupción: El Informe Confidencial intitulado Discurso y
reflexiones políticas sobre el estado presente de los reinos del Perú,
escrito en 1748-1749 por Jorge Juan y Antonio de Ulloa, jóvenes y
hábiles oficiales de la marina española. El dicho Discurso recapitula de
frente o de oídas otros esfuerzos hechos para definir y describir las formas
institucionalizadas de Corrupción en el Perú, entre ellos algunos que hoy se
dicen panacea, como los ineficaces Juicios de Residencia, hoy Comisiones
Congresales e Investigaciones de la
Fiscalía de la
Nación y Poder Judicial. Tales Juicios, entonces como hoy,
resultaban en graciosísimas absoluciones o ridículas condenas, pero la
estrategia preferida era alargarlas hasta la prescripción (¿Dónde he escuchado
eso antes?). Vale decir, existe un continuo modus operandi, como el de
la compraventa de cargos e indultos al mejor postor y otras bellezas, que viene
repitiéndose más de 200 años en el Perú, y que cada Generación copia y calca a
su medida. Bien se dice que el que no conoce la Historia se condena a
repetirla. Es hora que los peruanos dejemos de caer del palto y nos
enteremos de lo que realmente pasa. Pero esto no lo cuentan en el colegio, diz
la verdad daña a los niños, por eso cuentan cuentos. Alfonso Quiroz
describe en aséptica prosa la Corrupción Organizada de la sociedad del
Virreinato del Perú, así como los intentos Borbónicos de instalar algo que
pasara más o menos como “buen gobierno” (Hoy le dicen “gobernabilidad”).
Antonio de Ulloa volvió al Perú en 1758 nada más y
nada menos que a gobernar Huancavelica y supervisar la estratégica y legendaria
mina de Azogue de Santa Bárbara. Experimentado agente de inteligencia en
Flandes, Francia, Suecia y Dinamarca, parecía tener la capacidad para venir a
hacerse cargo del asunto, no era ningún caído del palto. Pero ha habido
quien ha dicho que era “demasiado ético”, que “le faltó” habilidad política
para transar. Es posible, las estrategias para luchar contra los aparatos de la
corrupción no pueden ser cosa individual de quijotes solitarios que rompen
lanzas contra molinos de viento a los que no les hacen ni cosquillas. Los que
hemos tratado de gestionar algo del Estado en el Perú con algo de honestidad
podemos responder a la polémica pregunta de la Primera Dama Nadine
Heredia ¿Es tan difícil andar derecho? Con la respuesta obvia: Sí,
andar derecho en el Perú es lo más difícil que existe. Y el que lo
consigue totalmente es un as digno de ser escuchado con unción, para que nos
cuente cómo lo hizo y diseminar la experiencia. Cuando toda la estructura
está diseñada para ser corrupta, tiene que tener mecanismos de incorporación y
reclutamiento de las gentes a la estructura, en especial de aquellos que han
logrado posiciones meritocráticas de poder. Dicho en simple, para que la capte
hasta el más sonso: La corrupción tiene que corromper para mantenerse.
Vale decir, tiene que crecer y formar círculos cada vez más viciosos, o muere.
Por eso una de las armas favoritas de las Argollas es acusar al
Incorruptible de aquello contra lo cual lucha. Se la hicieron a Ulloa,
pero no es cosa del Virreinato: Al finado Javier Díez Canseco sus
compañeritos congresistas lo mandaron a su casa acusado de corrupción, y hubo
sonsos que se la creyeron. Antonio de Ulloa no trató de erradicar la Corrupción, sólo trató
de andar derecho. Y por eso le hicieron absolutamente todo lo que
podemos ser capaces de imaginar, y algunas cosas más: Sabotaje de arriba y de
abajo, espionaje, difamación, acoso, calumnia, infiltración, agresión, visitas
y averiguaciones oficiales digitadas, procesos judiciales, minado de su
autoridad, y un larguísimo etcétera. Podemos ubicar en el texto el momento
culminante en que Antonio de Ulloa choca con el Chocano más Chocano de
todos: El Virrey Don Manuel de Amat y Junyet, al cual – pero mira al
insolente éste, qué se habrá creído - se niega a pagar el cupo acostumbrado
y oficiosamente obligatorio de 10,000 pesos ensayadísimos que todo Gobernador
de Huancavelica satisfacía so pena de ser rápidamente hecho trizas. Dejémonos
de vainas, hay que tener bien puesto lo que ponen las gallinas para parársele
al mismísimo dueño de la pelota. Ulloa terminó largándose del Perú, y
los que lo apoyaron fueron encarcelados, despedidos y maltratados, para dar
ejemplo. Más detalles y la manera en que otros Virreyes y funcionarios se
tiraban la plata, haga su esfuerzo amable lector, cómprese el libro y léalo. Le
prometo que nunca más tendrá pajaritos en la cabeza. Y léaselo enterito y
subraye todo aquello que le escandalice (cómprese un par de docenas de lápices,
pero de los grandes).
Otros autores mencionados en el texto los
conocíamos de antes, y vistos a la luz del tema adquieren nueva relevancia: Felipe
Guamán Poma de Ayala y su Nueva Corónica y Buen Gobierno de 1615; Mariano
de Chaves y su Estado político y de justicia de el Reino del Perú de
1759; fuentes empleadas por Quiroz entre muchas otras. Asimismo, hacemos clic
con otros, como John Fisher en El Perú Borbónico 1750-1824; Jürgen
Golte en Repartos y Rebeliones - Túpac Amaru y las contradicciones
de la economía colonial; y las compilaciones de Scarlet O´Phelan, La Independencia
del Perú – De los Borbones a Bolívar, y la excelente de Claudia Rosas
Lauro, El Miedo en el Perú, Siglos XVI al XX. Si, las cosas se ven
diferentes cuando tenemos una guía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario