La
máxima autoridad de la iglesia católica es el Papa. Esta iglesia
está organizada jerárquicamente y en su cúspide está el Papa.
Cuando un Papa muere comienza, por lo general, un proceso para que
sea declarado “santo”. Las creencias católicas consideran que
cuando el Papa habla sobre asuntos de fe, él es infalible, es decir,
que es como si Dios hablara. El Papa es respetado, obedecido y amado
por los millones de católicos del mundo. Cuando su figura
aparece en los medios de comunicación, los católicos sienten que
se despierta en ellos un sentimiento de simpatía y veneración
hacia esa figura buena y religiosa que es para ellos el Papa. El
personaje más importante, el más respetado y obedecido de la
iglesia católica es el Papa.
Pero siempre ha sido motivo de desagrado, o por lo menos de
pesar, para los defensores de la institución del papado el hecho
de que la Biblia no mencione en ninguna parte al Papa. Las
Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios guarda absoluto silencio y
no dice nada del Papa. Es incómodo para ellos que aun aquel
ejemplar de la Biblia “católica”, publicado por una editorial
católica y autorizado por un obispo católico, tampoco dice ni una
sola palabra sobre el Papa. Esto, posiblemente, es lo que ha
provocado diferentes reacciones de los defensores del papado
contra la Biblia. Es molesto para ellos que el mensaje de Dios,
inspirado por Dios y defendido por Dios, no diga nada de aquél
que es considerado el representante de Dios en la tierra.
Las reacciones han sido diversas. Se trató de evitar que se
leyera y distribuyera la Biblia. Se llegó a prohibir la lectura y
distribución de las Sagradas Escrituras por razones de que el
“vulgo” no la entendía. Pero la lucha decidida y valiente de los
traductores y hombres de Dios por traducir y distribuir la Biblia
hizo imposible que el esfuerzo por impedir la lectura y
distribución de la Biblia tuviera éxito. Las hermosas y profundas
verdades de la Biblia no pudieron ser acalladas y hubo que
aceptarse que se leyera, tradujera y difundiera.
Entonces
se recurrió al argumento de que la Biblia es Palabra de Dios,
pero no “la” Palabra de Dios. Es tan sólo una parte del mensaje
de Dios; la otra parte por donde habla Dios es la iglesia. Así,
aunque una parte de la Palabra de Dios —la Biblia— no dice nada
sobre el Papa, la otra parte de la Palabra de Dios —la Iglesia
Católica del Papa— sí habla sobre el Papa. Pero esto suena a
componenda, a remiendo. Así que algunos se decidieron a encontrar en la
Biblia algún texto que pudiera acomodarse para justificar la
existencia, en las Sagradas Escrituras, de la institución del
papado. El texto escogido fue
Mateo 16:18
.
“
Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia”.
Aquí, afirman ellos, está la prueba de que la Biblia, aunque
no menciona la palabra “Papa” ni una sola vez, sí habla de él.
Pedro, dicen, fue el primer Papa y ese texto prueba que Cristo
está diciendo que él es la roca sobre la que la iglesia está
edificada. Esta interpretación amañada de las Sagradas Escrituras
ha suscitado tremendas controversias. Nosotros no queremos
unirnos a la controversia. Nos parece más justo que sea el mismo
Pedro quien nos diga si él es o fue el primer Papá; si él es la
roca sobre la que descansa la iglesia, o quién es la roca. Pedro
escribió epístolas y en una de ellas nos dice
:
“. . .
Si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva...
la principal piedra del ángulo...
él es precioso...
la piedra que los edificadores desecharon”
(
1 Pedro 2:3-4
, 7, 8). O sea, que
el mismo Pedro nos dice que el Señor Jesucristo es la roca
. El apóstol Pablo escribe hablando sobre Cristo desde los tiempos del Antiguo Testamento:
“Porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y
la roca era Cristo
"
(Aquí se está hablando de los israelitas en el desierto).
No es posible por ningún medio tratar de adaptar la Escritura
para que apoye la institución del papado. Pero, lo más grave aún
es que, inclusive, aceptando que en el texto de
Mateo 16:18
la roca fuera el mismo Pedro, ese texto no da para tanto
como quisieran los defensores del papado. No dice, ni implica,
que Cristo dejara un representante en la tierra para dirigir su
iglesia. Todo lo contrario. Antes bien, en el mismo evangelio de
Mateo, se dice que Cristo tiene toda autoridad
“en el cielo y en la tierra”
(
Mateo 28:18
). Tampoco habla de sucesores de Pedro ni que la iglesia de
Cristo esté organizada alrededor del Papa. No habla de los
requisitos para ser Papa ni de la forma de elegirlo. No menciona
ni una palabra sobre la infalibilidad del Papa. En síntesis: no
habla del Papa.
Es
interesante notar que ni aun los textos aducidos para defender
el papado pueden sostener la institución del papado. Antes bien,
hay multitud de textos que hacen sospechosa esa institución. Si
Pedro fue el primer Papa, entonces sus “sucesores” deben tener sus
características- La Biblia dice que Pedro era casado (
Mateo 8:14
). ¿Por qué los Papas no se casan? La Biblia dice que el prohibir casarse es
“doctrina de demonios”
(
1 Timoteo 4:1-3
). Aun en el caso de que
Mateo 16:18
diga lo que los papistas quieren que diga, la institución
del papado está sostenida y reglamentada por leyes de origen
humano que no están explícitas, ni implícitas en la Biblia. Más
bien la Biblia dice que debemos aprender a
“no pensar más allá de lo que está escrito”
(
1 Corintios 4:6
).
Todo esfuerzo tendiente a justificar la doctrina del papado no
tiene base bíblica para ser sustentado sincera y honradamente.
Esto quiere decir que el Papa es un impostor cuando dice que
representa a Cristo aquí en la tierra. No desviemos nuestra
atención a ningún hombre. Fijemos nuestros ojos en Jesús. Sólo Él
puede darnos la salvación porque
“hay un solo Dios, y también
un solo
mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús”
(
1 Timoteo 2:5
, en la Biblia Católica de Jerusalén).

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