ANDINA/Norman Córdova
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La
funcionaria dijo que, para evitar esa situación, ahora los proveedores
de los insumos para la alimentación escolar deben adaptarse a un nuevo
modelo de trabajo, lo cual ha afectado muchos intereses de antiguos abastecedores.
“Acostumbrados a lidiar con el Estado, hoy (los proveedores) tienen que lidiar directamente con sus clientes, es decir con los Comités de Alimentación Escolar, y generase una nueva relación con el Estado. Quiero ser enfática en decir que Qali Warma no es un botín de proveedores”, expresó Trivelli.
Tras recordar que Qali Warma (niño vigoroso en quechua) viene trabajando con cerca de 30 mil escuelas a nivel nacional, Trivelli destacó la importancia que tiene la vigilancia y transparencia en el proceso de compra y distribución para asegurar que el nuevo modelo funcione.
“Anteriormente el Programa de Alimentación Escolar estaba totalmente organizado en función a los intereses de los proveedores”, remarcó.
Explicó que Qali Warma es un programa que tiene tareas de supervisión, de capacitación, de información y de financiamiento, basando su trabajo en la coordinación entre distintas instancias intergubernamentales y multipartidarias.
Sostuvo que el modelo de vigilancia que se ha implementado en Qali Warma está funcionando gracias a las denuncias e informaciones que los propios padres de familias han venido alcanzado desde que se inauguró hace 26 días.
“Los padres no están dispuestos a recibir productos que no sean de buena calidad, quieren que sus niños se alimenten bien para enfrentar adecuadamente la jornada escolar”, anotó.
Recordó que el Midis ha habilitado una línea telefónica gratuita (0800-10222) en donde los padres de familia pueden denunciar irregularidades o brindar información sobre cómo mejorar este servicio.
Por su parte, la directora ejecutiva de Qali Warma, Giselle Romero, sostuvo que el objetivo de este programa, que beneficia con desayunos y almuerzos a escolares de inicial y primaria, es mejorar la atención de los niños durante clase.
“Eso constituye un gran reto para nosotros porque los niños no tienden a aceptar productos nuevos”, manifestó.
Ambas funcionarias se presentaron hoy ante la Comisión de Inclusión Social del Congreso de la República para responder las denuncias de las presuntas irregularidades en la atención, desarrollo, gestión del citado programa.
“Acostumbrados a lidiar con el Estado, hoy (los proveedores) tienen que lidiar directamente con sus clientes, es decir con los Comités de Alimentación Escolar, y generase una nueva relación con el Estado. Quiero ser enfática en decir que Qali Warma no es un botín de proveedores”, expresó Trivelli.
Tras recordar que Qali Warma (niño vigoroso en quechua) viene trabajando con cerca de 30 mil escuelas a nivel nacional, Trivelli destacó la importancia que tiene la vigilancia y transparencia en el proceso de compra y distribución para asegurar que el nuevo modelo funcione.
“Anteriormente el Programa de Alimentación Escolar estaba totalmente organizado en función a los intereses de los proveedores”, remarcó.
Explicó que Qali Warma es un programa que tiene tareas de supervisión, de capacitación, de información y de financiamiento, basando su trabajo en la coordinación entre distintas instancias intergubernamentales y multipartidarias.
Sostuvo que el modelo de vigilancia que se ha implementado en Qali Warma está funcionando gracias a las denuncias e informaciones que los propios padres de familias han venido alcanzado desde que se inauguró hace 26 días.
“Los padres no están dispuestos a recibir productos que no sean de buena calidad, quieren que sus niños se alimenten bien para enfrentar adecuadamente la jornada escolar”, anotó.
Recordó que el Midis ha habilitado una línea telefónica gratuita (0800-10222) en donde los padres de familia pueden denunciar irregularidades o brindar información sobre cómo mejorar este servicio.
Por su parte, la directora ejecutiva de Qali Warma, Giselle Romero, sostuvo que el objetivo de este programa, que beneficia con desayunos y almuerzos a escolares de inicial y primaria, es mejorar la atención de los niños durante clase.
“Eso constituye un gran reto para nosotros porque los niños no tienden a aceptar productos nuevos”, manifestó.
Ambas funcionarias se presentaron hoy ante la Comisión de Inclusión Social del Congreso de la República para responder las denuncias de las presuntas irregularidades en la atención, desarrollo, gestión del citado programa.
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